Así vivimos la Asamblea Parroquial 2025 en Cristo Rey

La jornada fue presentada por el párroco, Monseñor Rafael Cotrino, y dirigida por el Vicario Parroquial, el padre Mario Rodríguez. La metodología propuesta organizó a los asistentes en mesas de hasta ocho personas, cada una con un moderador y un relator. A partir de un cuestionario dividido en tres momentos, los grupos dialogaron sobre la identidad, los signos de esperanza y los desafíos de la comunidad parroquial.
Como gesto significativo, cada participante llevó una fotografía impresa que representaba alguna experiencia vivida en la parroquia: Eucaristías, servicio como Ministros de la Comunión, proclamación de la Palabra, retiros espirituales, celebraciones sacramentales, encuentros comunitarios, entre otros. Estas imágenes sirvieron de punto de partida para la reflexión.
Primer Momento: Ver la vida de la comunidad
Las mesas compartieron sus respuestas a dos preguntas fundamentales:
¿Qué revela la fotografía acerca de nuestra comunidad parroquial?
Surgieron palabras como testimonio, coherencia, servicio, cercanía al enfermo, perseverancia y amor al más afligido. Las fotos mostraron una comunidad que sirve, acompaña y sostiene la fe de los demás.¿En quiénes se enfoca la imagen de la esperanza?
Muchos señalaron a la familia, a los jóvenes y a quienes perseveran en la fe en medio de dificultades. La esperanza también se vio reflejada en el servicio silencioso y constante de los Ministros que llevan la comunión a los enfermos.
Segundo Momento: Discernir el llamado al servicio
Aquí se respondieron tres preguntas:
¿Qué revela la imagen sobre nuestra comunidad?
Se resaltaron valores como la disposición, la alegría, la sencillez, los talentos litúrgicos y la acogida fraterna.¿Qué gestos de servicio fortalecen esta historia?
Ofrendar el tiempo, donarse a los demás, amar al prójimo, acompañar procesos, acoger al que llega y perseverar en el servicio laical.¿A qué nos sentimos llamados?
A una comunidad más perseverante, incluyente, sensible a las necesidades de los demás y comprometida con la misión. Varias mesas coincidieron en la importancia de una mayor unidad pastoral.
Tercer Momento: Caminar juntos como pueblo de la esperanza
Las preguntas finales invitaron a una reflexión más personal:
¿Cómo he vivido el crecimiento en la esperanza, tanto en mi vida personal como en nuestra comunidad eclesial?
Los participantes expresaron que la oración, la escucha de la Palabra, la vida sacramental y el servicio han sido puntos clave para fortalecer la esperanza.¿Qué nos ha faltado, a nivel personal y comunitario, para crecer más como pueblo de la esperanza?
Se mencionó la necesidad de abrir más espacios de participación, comunicar mejor lo que se realiza en la parroquia, fortalecer la escucha, crecer en unidad entre los grupos y salir al encuentro del que más necesita.
Un cierre visual que recogió la memoria parroquial
Al terminar la socialización, todas las fotografías fueron reunidas para formar un gran collage visible para todos los asistentes. Este gesto permitió contemplar de manera gráfica cómo ha sido la vida parroquial en los últimos años: una historia tejida por la fe, el servicio, la oración y la comunión. Cada imagen dio testimonio de lo que Cristo ha obrado en medio de su pueblo.














